Hoy es más importante que nunca proteger nuestro planeta. Naciones Unidas nos advierte de esta necesidad y señala que cada vez es mayor el impacto que el hombre genera en la naturaleza (deforestación, ganadería intensiva, cambio de uso del suelo, etc.), con sus consiguientes consecuencias en la biodiversidad y en la salud de las personas. Tanto es así, que la ONU estima que el 75% de las enfermedades infecciosas emergentes son de origen animal – el COVID-19, por ejemplo – y están “estrechamente vinculadas” con la degradación del medio ambiente.
La relación entre el medio ambiente y la salud está ya en la agenda de numerosas organizaciones. Greenpeace alerta de que la deforestación, en particular de bosques tropicales, está provocando que los seres humanos entremos en contacto con patógenos a los que nunca antes habíamos estado expuestos, de forma que se eleva considerablemente el riesgo de expansión y contagio de enfermedades como la que estamos viviendo. En cifras recogidas por Global Forest Watch, de 2001 a 2018 se ha visto reducida en un 9% la cubierta arbórea global (361 millones de hectáreas).
Por todo lo anterior, la protección de los bosques frente a la deforestación y la tala indiscriminada de árboles es básica para el futuro de la Tierra. En este sentido, SAS, empresa líder en analítica avanzada, y el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA, por sus siglas en inglés) han anunciado que están implementando la inteligencia artificial (IA) colaborativa más puntera para ayudarnos a comprender mejor nuestro planeta. Además, ambas organizaciones animan a los citizen scientist a que participen de forma voluntaria en esta investigación global para ayudarles a identificar imágenes donde se observa la intervención humana y así monitorizar la deforestación
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