El pasado domingo 17 de mayo se celebró el ‘Día Internacional de la Sociedad de la Información’. Un día clave para reflexionar sobre la importancia de intercambiar datos gracias a la interconexión. Ha sido en este caso una celebración marcada por la crisis del coronavirus y el camino hacia la nueva normalidad. Una normalidad en la que los usuarios y las empresas requerirán acciones y soluciones más ágiles, autónomas, eficientes e inclusivas, además de tecnologías que aporten mayor confianza.
En este contexto de confianza e intercambio de información, el Blockchain se ha convertido en la “máquina de la verdad” y motor de transformación hacia una “nueva” Sociedad de la Información, gracias a sus características de inmutabilidad, compartición, descentralización, escalabilidad y seguridad. La tecnología de cadena de bloques o blockchain actúa como una plataforma y repositorio de datos únicaque permite agilizar el intercambio de información entre distintos interesados dentro de diferentes procesos interrelacionados.
Desde atSistemas, empresa de consultoría tecnológica 100% española, han analizado las claves de una de las tecnología emergentes con mayor proyección y capacidad de transformación en la actual Sociedad de la Información:
– Inmutable y compartida. Solo permite añadir información. Por lo que es un registro de información no modificable y compartido entre los nodos de la red (llamados así los repositorios de información utilizados).
– Descentralizada e inclusiva. No existe un operador central, lo cual le otorga una alta fiabilidad al no tener un punto único de fallo o ataque. Uno o varios ordenadores (nodos) pueden eventualmente fallar y la plataforma seguirá funcionando. Los participantes se organizan por consenso común para validar la información que se almacena. Además, el blockchain tiene un carácter inclusivo, y se implementa como una plataforma desacoplada que no impone requerimientos de tecnologías específicas para su integración con los sistemas actuales.
– Ágil y escalable. Si bien es cierto que surgió para atender necesidades del mundo financiero, hoy en día se está aplicando en soluciones de cualquier sector. La cadena de bloques cuenta con la habilidad de crecimiento incremental natural (añadiendo más nodos), la potencia de la plataforma puede crecer gradualmente y de forma completamente alineada con la demanda.
– Eficiente, segura y robusta. La información que gestiona permite optimizar otros sistemas y contrastar sus medidas de forma sencilla. Usa criptografía para guardar la información, lo que lo hace inmune al fraude. Agrega el poder computacional que se requiere en cada momento al combinar la potencia de computación de todos los ordenadores conectados. Solo los participantes autorizados para ello pueden participar en la escritura y/o lectura de la información que gestiona la plataforma blockchain.
Cada día que pasa, el término Blockchain empieza a estar en boca de todos. Una tecnología que nos puede ayudar en el día a día en diferentes facetas de nuestra vida. Eso sí, siempre que lo usemos con fines éticamente correctos, ocurre igual que con muchas otras tecnologías.